Fue una llamada inesperada, al otro lado del teléfono una mujer, muy nerviosa, que me decía: “¿Eres José Manuel García Bautista”. Mi respuesta fue afirmativa y ella, sin mediar más explicaciones me dijo: “he visto al hombre fantasma de la carretera de Cazalla del que hablas en El Correo de Andalucía”. Obviamente tenía todo mi interés y quedé en hablar con ella a una hora menos intempestiva.
Testimonios de la testigo
Al día siguiente ella me contaba:
“Mira, esto pasó ayer sobre la una de la mañana. Regresábamos tras pasar la noche con unos amigos, yo no bebo ni fumo, tengo 63 años, la vista perfecta desde siempre y sé lo que vi. El caso es que de esto se ha hablado mucho en el pueblo pero yo jamás he creído en estas cosas pese a que tengo amistades que si que han visto “algo raro”. Pero bueno, regresábamos tan normales y al tomar el tramo que se mete en la curva, de forma inesperada, se cruzó delante de mí un hombre, ya mayor, un tanto encorvado, con una gorra. El coche lo iluminó perfectamente, el hombre miró por encima del hombro y sólo vi unos ojos negros muy intimidatorios, como si no tuviera la parte blanca del ojo. Mira, me asusté mucho y mi marido se fue a bajar del coche pero yo no lo dejé. Nos quedamos mirando a aquel hombre, se veía bien y sólo puedo decirte que a medida que iba andando se iba como deshaciendo, como desapareciendo hasta que no lo vimos. Yo me quedé blanca delante del volante y mi marido dijo: “¿Eso qué coño ha sido? Tira para casa” y salimos de allí rápidito” relataba Pepi.
“Mientras llegábamos a casa o no mi marido iba buscando algo raro en ese punto y dio con un artículo tuyo, luego te buscó y vio tu teléfono en un tema de rutas y te llamé, perdona por la hora pero estaba muy nerviosa” remataba.
La segunda investigación
Consciente de la importancia de su testimonio me desplacé de nuevo al lugar donde Pepi me ratificó todo lo que había visto aquella noche y decidimos recorrer esa misma carretera. Llevábamos dos cámaras de visión nocturna con dos focos de IR (infrarrojos) así como equipo de grabación. Durante el recorrido que hicimos, sobre las doce y media de la noche, no captamos nada a nivel de vídeo o que poder fotografiar pero lo cierto es que en las máquinas que llevamos hubo dos puntos en los que el detector de EMF saltó por encima de las 10.000 unidades –siendo el valor normal de entre 30 y 60, y el del coche fijado en 42-. En dos ocasiones se puso en 10.621 y 10.942, valores imposibles.
Allí decidimos parar el automóvil y comenzar una sesión de psicofonías, en nuestras máquinas, en la grabadora normal, la “Spirit Box” y la “Spirit Radio”, con la que captamos una voz, masculina, fuerte, que decía: “marchaos” y “dejadme en paz”. Algo que a Leo, mi mujer, y a mí nos llamó la atención.
Posteriormente surgió otra psicofonía que decía: “Muerte” y “coche” y Leo, nerviosa, me dijo: “Vámonos no sea algo premonitorio” y abandonamos el lugar en plena oscuridad pero sin temor –al menos por mi parte-.
Es difícil saber que pasa en este lugar, me pareció ver una forma atravesar detrás de nuestro vehículo, pero el constante cambiar de oscuridad a la pantalla de los aparatos hace que veas cosas que realmente no están y no podría afirmar que aquello fue extraño sino, más bien, producto de esos cambios de luz.
¿Qué pasa en este punto de esta carretera de Cazalla de la Sierra? Ciertamente es difícil de explicar pero, sin dudas, hay una relación vida-muerte y con algo que mora allí. ¿El qué? Esa es una respuesta que, tal vez, pueda explicar con más investigaciones. Entre tanto, si ve algo extraño en esta zona sepa que es un nuevo punto donde se aparece un “fantasma de carretera”.