Investigar presuntos fenómenos extraños en lugares abandonados -principalmente- está de moda. Los buscadores de lo paranormal no temen entrar en sitios de los que se dicen están encantados y emular así a programas de televisión -tipo “Cuarto Milenio”- realizando grabaciones en las que puedan captar ese vestigio de lo paranormal y subirlas a Youtube. Sin embargo, en algunos casos, se carece de material y todo se quiere solucionar llevando mil y una aplicaciones que, dicen, sirven para captar lo extraño pero… ¿Son realmente útiles?
Tecnología e investigación paranormal en Sevilla
Para ello hacemos un análisis de las más populares y su grado de eficacia, comenzando por aquellas que, evidentemente, son más descartables por lo improbable de lo que indican sus especificaciones y como se “vende” a la persona que se la descarga para ser utilizadas:
1º.- Detector de fantasmas: esta app es una especie de radar en el que se indican, a través de puntos emergentes, supuestas presencias en un entorno. Especifica el manual que capta las variaciones en el campo magnético de un sitio y que en base a ello determina que sea un fantasma… Qué haya variaciones en el campo magnético de un lugar no garantiza nada (otra cosa es saber cómo se capta…). Evidentemente esta app no sirve para nada siendo sólo una especie de juego o de broma para engañar a los más asustadizos.
2º.- Fotografiando fantasmas: esta app es aún más burda pues sólo se trata de un programa que simplemente realiza fotografías sobre las que colocar una imagen diseñada de fantasmas, además lo integra al mismo nivel de pixelado por lo que antaño, cuando surgieron estas app, crearon confusión haciendo pasar imágenes de presuntos fantasmas de este “photoshop” móvil por reales.
3º.- Termómetro: se utiliza para registrar variaciones de temperaturas pero no por ser el dispositivo móvil un termómetro ni por tener una sonda habilitada para ello, simplemente toma los datos de la red y los valores generales de la ubicación aproximada donde nos encontramos. Probada una de estas con un termómetro real daba variaciones, en el mismo punto y hora, de casi 8º. Inexacta, sólo orientativa.
4º.- Medidor de campos electromagnéticos: curiosamente es una app que suele dar valores aproximados a los de un medidor real, salvando las diferencias. Sirve para captar presuntas irregularidades en el campo electromagnético de un determinado lugar. No puede sustituir a un medidor físico pero si puede servir para orientar. Útil, pero inexacto.
5º.- Grabadora de audio: usa la grabadora del móvil u otras app que se tiene disponible, es eficaz y sólo hay que saber elegir que grabe en un formato no comprimido de audio que, en caso de captar una supuesta psicofonía, no valdría por el recorte de valores e información del audio debido al formato comprimido. Eficaz.
6º.- Cámara de vídeo: estamos ante el mismo caso de la grabadora de audio. Es eficaz pues es parte del hardware del equipo, igualmente usa el software del fabricante.
7º.- Cámara de fotografía: estamos ante el mismo caso de la grabadora de vídeo y audio. Es eficaz pues es parte del hardware del equipo, igualmente usa el software del fabricante.
*Estos tres últimos casos es el mínimo imprescindible para poder captar un fenómeno en un determinado lugar, antaño el mayor gasto para un investigador era la adquisición de una cámara de fotografías, una grabadora y una cámara de vídeo. Ahora todo se lleva en el móvil, lo ideal es que sea todo el equipo independiente para evitar “impurezas” o interferencias propias del móvil. Hoy este elemento de nuestras vidas podría servir para comenzar.
En el “ojo del huracán”
8º.- Spirit Box: controvertida y polémica app (o físico) de este aparato con el que establecer una presunta comunicación con el “más allá” -sepan leer e interpretarse las comillas-. Se trata de una radio que realiza un barrido por las frecuencias del dial aprovechando el ruido blanco para que se generen sonidos psicofónicos -explicado muy a groso modo-. Su uso está reñido, al 50%, entre partidarios y detractores. Evidentemente no puede sustituir a la grabación metódica -con jaula de Fadaray y cámara de vacío- de psicofonías pero puede dar resultados curiosos. Pero todo ello orientado a las máquinas físicas, no las app. Las app suelen ser emuladores que llevan predefinidas las psicofonías que se van a emitir y, en el 95% de los casos, están en inglés debido al programador o empresa de programación que la pone disponible. También son llamadas como “Caja de Espíritus” o “EVP Box” -de Electronics Voice Paranormal-. El principio de la “Spirit Box” sería el de transcomunicación instrumental con una radio, si bien hay canales en los que se deforma y manipula lo que ello significa.
Reconozco que la tecnología e innovaciones tecnológicas están revolucionando no sólo el mercado de las comunicaciones sino también el terreno de la investigación paranormal. Nuevos aparatos surgen a diario y no todos tienen porque convencer o tener una funcionalidad definitoria en una investigación.
El caso de la ‘Caja de espíritus’ o ‘Spirit Box’ es una de ella, uno de esos aparatos que a mí, particularmente, no me convencía, pero que poco a poco hizo que variara de opinión. No lo considero un elemento esencial en las investigaciones, sólo un apoyo, un complemento más que no debe jamás sustituir la verdadera investigación y su esencia. Ir a investigar a un lugar presuntamente encantado es algo más que llegar hacer una serie de fotos, probar la ‘Spirit Box’ y dar por concluida la misma, eso es poco serio; una investigación es volver una y otra vez a un lugar y tratar de buscar, y captar, el fenómeno paranormal en sus muchas variantes, incluso cuando no suceda nada significativo.
Consciente de las dudas que me presentaba esta máquina, que no deja de ser una radio en ‘escaneo’ constante de emisoras -sin detenerse en ninguna- y que facilitaría -dicen los que practican con ella y experimentan- una comunicación bilateral con ‘el otro lado’, para ello también aprovecharía el ruido blanco como portadora -una especie de soporte sobre el que dejar su huella sonora-, todo ello tratando de explicarlo de forma muy accesible y para todos los públicos sin recurrir a tecnicismo o impartir una cátedra de conocimiento inasequible. Debido a ello mis reservas: no dejaba de ser una radio que recibía la señal de mil y una emisoras e interferencias y que saltaba cada tiempo predeterminado.
Pero sometiéndola a ensayo me sorprendí cuando mis compañeros José David Flores (un auténtico experto en su uso) y Jesús García (Psicólogo y con grandes conocimientos en Parapsicología) lograban encadenar hasta 16 respuestas coherentes con la ‘Spirit Box’ más allá de un simple SI o un NO. Las posibilidades de ello estaban en 1 contra casi 400 billones en función de la complejidad de las respuestas. Aquí había algo más que suerte, el azar no tenía nada que ver.
Y para llevar a cabo el experimento se realizó una doble prueba, la ‘Spirit Box’ sería introducida en una cámara de vacío conectada -mediante cable- a una grabadora, esta cámara de vacío a su vez sería ‘envuelta’ por una jaula de Faraday. La jaula tiene una función de anular el efecto del campo electromagnético en el interior de un conductor en equilibrio, se anula el efecto de los campos externos con lo cual la ‘Spirit Box’ no podía recibir señal externa. La cámara de vacío aumentaba el efecto aún más pues en el vacío no hay propagación de ondas acústicas.
Y comenzó la experiencia. Se realizaron varias preguntas dejando 8 segundos de margen de respuesta. Pensando que no habría contestación procedemos a revisar el audio, la conclusión impresionante: aun en condiciones extremas de grabación se obtuvieron respuestas:
• 1º.- ¿Hay alguien aquí? Respuesta: Si.
• 2º.- ¿Cómo te llamas? Respuesta: Solo.
• 3º.- ¿Puedes decir el nombre de uno de nosotros? Respuesta: David.
• 4º.- ¿Te molestamos? Respuesta: No.
• 5º.- ¿Qué quieres? Respuesta: Paz.
• 6º.- ¿Cómo te podemos ayudar? Respuesta: No podéis.
• 7º.- ¿Quieres que nos vayamos? Respuesta: Manuel
De una serie de 8 preguntas sólo una quedó sin respuesta. No sé a qué fenómeno obedece la captación de este tipo de sonidos pero sí que hay algo en ello que no sabemos explicar.
9º.- TV Box: el caso el análogo al anterior sólo que usa las viejas televisiones digitales para realizar el barrido de frecuencia en UHF o VHF así como radio, puede resultar útil pues el principio, como la “Spirit Box”, es el de las técnicas de transcomunicación de Marcelo Bacci en Italia -salvando las diferencias-. Como en el caso anterior este sistema no puede sustituir a la investigación con aparatos dedicados ni su metodología pero puede dar resultados curiosos.
10º.- Spirit Radio: su caso es similar al anterior, suelen encontrarse en Google Play una gran cantidad de ella bajo diferentes nombres, el problema es que son emuladores, es decir: simulan. Siendo así no es apto. Cierto es que hay máquinas exprofeso que si tratan de captar esas llamadas “voces del otro lado” pero ninguna está en Google Play siendo app privadas o hardware privado. ¿Son eficaces las app? NO. ¿Son eficaces las máquinas para esta otra función? Ocurre como el caso de la “Spirit Radio”: hay partidarios y detractores al 50%, en mi caso sólo expongo este estudio.
11º.- Psicoimágenes (ITC): se trata de de una app que simula la pantalla del televisor en un canal vació cuando se utilizaba el típico aparato con tubo de imagen. Se genera la típica pantalla “de hormigas” -como se las llama popularmente- y en ese soporte se trata de utilizar para conseguir imágenes del “más allá”, psicoimágenes. Es muy subjetivo. Inútil. No puede sustituir a la investigación en este campo.
12º.- Cámara térmica: se trata de una simple emulación, permítanme la explicación: edita la imagen y le da un tintado simulando la visión de una cámara y térmica. Aquellos que disponemos de una cámara térmica real sabemos cuan alejada está de la realidad. Este tipo de app no tiene ninguna utilidad.
13º.- Sensor de movimiento: se basa en la cámara del móvil haciendo saltar una alarma cuando registra variaciones de iluminación. No es un sensor de movimiento. Su uso es inútil y no sustituye a un sensor de movimiento real.
14º.- Ouija: es una curiosidad en las app, un tablero en pantalla sobre el que colocamos el dedo y se pregunta, al poco tiempo se comienza a mover el master señalando letras, en muchas ocasiones inconexas. Es sólo un “juego”, no puede ser igual que la emoción que sienten muchos al jugar al llamado “tablero maldito”.
15º.- Kinect App: se trata de una máquina curiosa que siendo una añadido, un módulo de videoconsola, se ha rectificado para su uso en un ordenador. Usar la máquina físicamente es curioso pues en la nada puede “detectar” algo y generar una especie de monigote a trazos simples que aparece en pantalla. Su equivalente en app es muy difícil de encontrar y vuelve a ser una emulación predefinida. Inútil.
Conclusiones
Todo ello debe ir acompañado con la investigación de campo en el lugar, con la documentación, las entrevistas, las fotografías, vídeos y grabaciones. Investigar no es sólo ir a un lugar presuntamente encantado para hacer un vídeo o la fotografía que indique que se ha estado allí e irse… Investigar es perseguir un caso, ir y repetir visitas en muchas ocasiones, y no sólo lo espectacular (ruidos extraños o vídeos con poca explicación). Investigar es documentar, revisar la Historia y tratar de buscar una respuesta racional y coherente a un caso, la explicación paranormal debe ser siempre la última en ser valorada cuando no hay otra, y no la primera como últimamente sucede.
Las app no pueden sustituir al equipo físico dedicado en exclusiva a una medición, así una app de medición de campos electromagnéticos jamás podrá sustituir a un aparato dedicado a ello, pero si puede ayudar -en pocos casos- a orientar y a evitar elevados gastos iniciales, sabiendo que la investigación paranormal cuesta mucho (en economía y tiempo) y se recibe muy poco, tampoco como nada. En otros casos, como hemos visto, las app son simples “juegos” o “emuladores” tal y como indican los programadores en las especificaciones del mismo, en la llamada “letra pequeña”, y no sirven para nada. No se dejen engañar, investigar está bien pero de forma correcta y con las herramientas correctas.
*Jose Manuel García Bautista, en este caso, como técnico especialista en electrónica industrial (titulado) aparte de como periodista.