En investigación paranormal nunca está todo dicho y, sobre todo, hay pocas verdades absolutas allá donde sólo hay hipótesis de trabajo con argumentos captados en lugares presuntamente encantados. Hoy les hablo de una investigación muy particular en un viejo «Night-Club» de carretera.
Investigación paranormal en el viejo «club» de carretera
En dirección a la sierra norte de Huelva, en un punto kilométrico determinado, podemos encontrar los restos de un viejo local «de ocio» de carretera, un «night club» que, en la actualidad se encuentra totalmente abandonado.
Nada tiene de especial exteriormente salvo que el tiempo ha pasado por él y ya no podrá reverdecer los tiempos pasados en lo que se dedicaban a actividades nocturnas de definido carácter.
Fue mi amigo Eduardo Santos el que me habló de este edificio y de los comentarios que, en su interior, ocurrían hechos extraños:
«Yo te comento lo que dicen del sitio -me decía- y que pasan cosas raras dentro, que se escuchan voces, que se escuchan pisadas y que se pasea una sombra por la zona del salón principal que, por la barra, sería donde habría una pista de baile. Si quieres vamos juntos y echamos un vistazo y preguntamos en el pueblo».
De esa forma comenzó una investigación sobre el lugar del que aún hay un recuerdo en el pueblo [que omito para no ubicar el sitio], así, en un bar «a pie de carretera» hablábamos con el propietario:
«Uf, de eso hace ya tiempo, vamos, que hace tiempo que se dejó y que está abandonado, no sabría decirte cuanto tiempo pero más de 10 años seguro. Yo recuerdo que aquí venía gente preguntando por él porque no lo encontraban y más o menos le indicaba. Algún problema gordo tuvieron que, de la noche al día, cerró y ya no abrió más. Recuerdo que tenía a chicas trabajando que no se las veía nunca fuera de allí, vete a saber si no había un tema de trata de blancas o de prostitución forzada dentro, aquello olía mal. Recuerdo que la Guardia Civil fue en varias ocasiones y en una de ellas pues cerró« y proseguía: «Lleva mucho tiempo abandonado, os lo comentaba antes, de vez en cuando he pasado por allí y me he dicho que es una pena porque el sitio es grande y arreglado y bien marcado sería una «Venta» muy buena».
Consultado de hechos paranormales en su interior nos decía:
«Yo de eso no sé nada, ni por los chavales del pueblo, es más, a mi esos temas es que me dan miedo. No sé nada». Conversamos con otros clientes del bar, que entraban en la conversación recordando cosas del sitio pero no aportaban mucho más que lo destacado. Sólo quedaba acercarnos al sitio y comenzar a investigar.
La investigación
Ubicamos los aparatos en la sala principal, que era donde indicaba Eduardo que ocurrían hechos más notables. Sobre las seis y media de la tarde comenzamos disponiendo todos los aparatos, sobre todo los detectores de presencia en puertas y ventanas, que delataran si alguien físico nos hacía una visita (curiosos u otras personas), igualmente los rem-pod (8), en diferentes puntos y monitorizados.
Asegurado el perímetro y la zona a investigar nos dispusimos a poner los aparatos para grabar, sobre todo las grabadoras digitales y una joyita en bobina abierta. También cámaras de vídeo y fotografías, incluso una cámara que hacía grabaciones en infrarrojo en función de movimiento. Cámara térmica y de IR (infrarrojos) dispuesta y comienza la ronda de preguntas. En el programa del ordenador visualizábamos las cámaras y con el programa de audio las posibles inclusiones a nuestras preguntas.
Pronto comenzaron los sonidos: en la zona del pasillo, junto a la segunda puerta, se escuchó, claramente, como alguien pisada, caminaba, era muy nítido, tanto que nos asomamos para ver de quién se podría tratar y la sorpresa es que no había nadie.
Entre las psicofonías más destacadas, desde el centro de la sala, obtuvimos dos claras voces, femenina y masculina, la primera decía: «Molestáis» y el segundo, como una amenaza exigía: «Os marcháis ya, ahora». Además nos encontramos con otra sorpresa: los termómetros USB registraban caídas de 16º y 19º, algo que era extremadamente extraño.
Lo último que se registró en el interior de este viejo «night club» fue la presencia, nuevamente en el pasillo, de una sombra que parecía ir al interior de una de las presumibles habitaciones y cuyos resultados psicofónicos, a la pregunta de: «¿Eres una mujer que trabajó aquí?» respondió lacónicamente: «Si».
Se ha hablado de una muerte en este lugar y por ello el cierre pero lo cierto es que ni en hemeroteca y a las autoridades consultadas reflejan que sea cierto.
¿Qué sucede dentro de este viejo local abandonado? Quizás sea la impregnación de la que hablan los parapsicólogos la que se manifiesta en su interior, los sueños rotos de muchas personas, el sufrimiento o verse obligada a trabajar en algo que, obviamente, sólo se puede hacer por mucha necesidad.
Todo tiene un impacto directo y este es un caso de «casa encantadas» donde parece que muchas emociones quedaron congeladas y hoy se manifiestan en su interior.