Es de los típicos lugares que teniendo muy cerca se convirtieron en «como muy lejanos» por el desconocimiento que se tiene del mismo.
Se trata de un hangar, una edificación muy cercana al «Sanatorio de los Muertos» y en cuyo interior se manifiestan fenómenos que he podido vivir -junto con otras personas- en directo. En principio es confusa su historia aunque se sabe que era anexo al conjunto de la vieja base militar, del complejo hospitalario San Pablo próximo al aeropuerto. Tuvo una finalidad de almacén y oficinas para, posteriormente operar como comedor. Sin embargo vivió una tremenda tragedia.
Cercano al edificio estaba la parte de urgencias del complejo y, también, el módulo de psiquiatría. Para narrar lo que pasó me sirvo del testimonio, de primera mano, de mi propio padre: «Si, las instalaciones las conozco bien, estuve allí unos meses sirviendo [por el servicio militar] y en una ocasión avisaron al cuerpo de guardia que uno de los pacientes del manicomio se había fugado. Se puso en alerta a toda la guardia y se comenzó a buscar a ver donde podía estar. Como no se le encontró se pensó que podía haber salido del recinto y por ello se tramitó la denuncia a la Policía pues si estaba en el núcleo urbano ya era competencia suya. Pasaron unos días y durante una guardia hubo un gran revuelo, se nos llamó a la parte del almacén, de un barracón de aprovisionamiento que había y que estaba más retirado. Entonces pasamos a una parte donde estaban los depósitos y vimos como el cuerpo de bomberos sacaba de uno de ellos el cuerpo del paciente fugado» relataba.
«El pobre, queriendo evitar a la guardia se escondió en uno de ellos cuando estaba vacío, claro, los depósitos se van vaciando y llenando y a él le pilló el llenado con tan mala suerte que al cerrar la tapa, en lugar de dejarla un poco abierta la encajó en su sitió y se cerró el seguro, al llenarse se ahogó. Aquello se pasó como «ahogamiento» para disimilar la muerte en esas circunstancias pero fue algo que marcó a muchos de nosotros» concluía.
Investigación paranormal en el «Barracón del Miedo»
Lo cierto es que en este lugar se han vivido hechos desconcertantes siendo uno de los más impresionantes cuando acudimos a investigar una noche y haciendo una rueda de psicofonías en la sala trasera pudimos escuchar, claramente, una voz que canturreaba y que salía de la nada. Todos nos miramos y las muestras de espanto en las caras de mis acompañantes eran más que evidentes.
Igualmente pudimos ver a una extraña silueta en la zona de oficinas que parecía alejarse a la puerta. No era nadie físico pues teníamos detectores -que no saltaron- así como dos amigos malagueños que hacían pruebas en la entrada y no vieron pasar a nadie.
Más experiencias con lo extraño
Otra experiencia impactante fue la de dos formas, como dos ojos, que parecían observarnos a la par que las máquinas interactuaban sin parar como forzando una comunicación entre el más allá y el más acá. Aquello fue televisado en directo por el canal local Doce Tv de la mano de mis compañeros de «Zona Oculta», programa dirigido por Dani Rosado y que, cuando menos, no supimos dar explicación en una jornada previa en la que una patrulla de la Policía Nacional junto a una ambulancia y una automóvil de la «secreta» daban vueltas por allí, al ver las luces del equipo de cámaras de televisión se acercaron, nos pidieron la documentación y mostramos el carnet de prensa explicándoles la razón de nuestra presencia allí. Como periodistas curiosos se le preguntó: «¿Qué hacen aquí?» y nos contestaron: «Hemos recibido una llamada para atender a un cabrero que le han «llovido» piedras desde arriba. Creemos que han podido ser niñatos pero no los encontramos» y es que en la zona es habitual este tipo de fuerza psíquica provocada por lo que los testigos llaman «el padre Miguel», sacerdote vinculado al «Sanatorio de los Muertos» y que no destaca por su cordialidad a los visitantes desde el «más allá«.
Otro testigo, ya metido casi en los 60 años, nos decía: «Aquí, en el barracón de aprovisionamiento, una mañana, cuando vinieron los de las oficinas, llamaron a la ambulancia. Al encender las luces de la nave se encontraron a un hombre colgado del techo, se había suicidado» y es otra de las presuntas presencias que se manifiestan en su interior.
El «Barracón del Miedo» es un lugar cargado de poderosas razones para visitar sabiendo que allí falleció aquel que perdió la cordura y que se niega a abandonarlo, tal vez buscando la salida que no encontró en vida.