Para acudir a nuestra cita con el misterio y la investigación lo hacemos con el investigador sevillano Miguel Ángel Paredes…

Fenómenos extraños en el Aljarafe sevillano
Los fenómenos paranormales, o presuntamente paranormales, los encontramos en diferentes ubicaciones de nuestra geografía –otra cosa será determinar si es de origen paranormal o no-, quizás una de las más importantes de Andalucía, a lo largo de la Historia es la zona del Aljarafe sevillano, tanto en materia OVNI como de otros fenómenos paranormales no menos importantes.

Para acudir a nuestra cita con el misterio y la investigación lo hacemos con el investigador sevillano Miguel Ángel Paredes, para desplazarnos una localidad en pleno Aljarafe, Mairena, donde lo imposible parece que, nuevamente, se manifiesta t se hace realidad.

Nuestra historia comienza hace apenas dos semanas cuando el investigador recibe una llamada telefónica que lo alertó: “recibo la llamada de una amiga mía que me comenta que está teniendo experiencias muy extrañas en su casa”. Y así se pone en marcha para acometer esta nueva investigación.

“Pocos días después de esa llamada fui a su casa para comprobar lo que le ocurre y que me comente, ya cara a cara, ella un poco desde cuando le pasa estos fenómenos” recuerda Miguel Ángel que prosigue “entablamos una conversación en la que me explica los fenómenos que vive y, de buenas a primeras, se escucharon pasos en la planta de arriba de su vivienda. Yo le pregunté que si podría ser su hijo y me contestó que no, que había salido con los amigos y que no había absolutamente nadie en la casa”. Y es el primer indicio de lo que esta testigo le narraba: se escuchan pasos en su casa y siente presencias.

El investigador se dirigió a la planta superior y verificó como “no había absolutamente nadie, nadie que pudiera haber provocado esos pasos”. Regresaron al salón para seguir con la conversación y, de repente… “Vimos como la lámpara del salón se estaba balanceando, eso nos sorprendió y no había ningún terremoto para que se diera aquel movimiento tan evidente”.

La testigo estaba vivamente impresionada a la vez que comentaba que “esto es ya normal y a mí me tiene muerta de miedo”, y detalló otras experiencias: “un día, camino de casa, después del trabajo, se me cruzaron dos personas vestidas de época y una de ella atravesó mi coche como si nada, frené temiendo que fuera una persona y nada… No era nada. En ese momento iba junto a un compañero de trabajo y ambos nos quedamos perplejos”.

No son los únicos incidentes que ha vivido: “hace tres meses se me había estropeado, de forma muy extraña, la lavadora, el lavavajillas y el horno, ni el servicio técnico había podido dar con ninguna explicación de la avería de los tres electrodomésticos ya que no veía ninguna anomalía en ellos. Me los cambiaron por otros nuevos y, otra vez, se me estropearon…, algo muy extraño”, mientras narraba esto se volvió a vivir, en directo e “in situ” otro fenómeno que fue el de un fuerte golpe en la cocina. Lo que el investigador iba a vivir estaba fuera de lo que esperaba en una primera visita de estas características: “de buenas a primeras sentimos un golpe en la cocina y cuando nos dirigimos allí vimos como las puertas de los muebles se estaban cerrando y abriendo sin que nadie originara esos movimientos”.

Los fenómenos cesaron entre el susto y la sorpresa del investigador y la propietaria, no se sabe a qué causas se deben estos fenómenos inexplicables y la investigación sigue su curso en estos momentos mientras lee lo ocurrido en el interior del inmueble. Se agolpan las preguntas: ¿Qué es lo que habita en esa vivienda? ¿A qué naturaleza obedece?

La casa encantada
Nos trasladamos a un pueblo del aljarafe sevillano de la mano de nuestro investigador y amigo Miguel Ángel Paredes, el cual nos comenta lo que le ocurre a una familia amiga suya humilde y trabajadora.

Estando en su casa reunidos y manteniendo una conversación con ellos “salió de buenas a primera el tema de los fenómenos paranormales ya que eran conocedor de mi pasión por este tema y la gran amistad que me une al investigador y periodista Jose Manuel García Bautista. Me comentó que desde hace varios años le están sucediendo cosas muy raras en su casa, que de buenas a primera le venían olores muy raros como incienso aromático o que en el cuarto de su hija mayor, Carmen, los cuadros que tenia se movían y amanecían doblados, o figuras que tenían desaparecían”.

El investigador proseguía: “en el cuarto del hijo menor le ocurría lo mismo con los cuadros y figuras que tenía e, incluso, algunos juguetes que tenía empezaban a funcionar a media noche, estando completamente desconectados. Últimamente se le estropeaba con frecuencia los electrodomésticos y las bombillas se le fundían muy fácilmente”.

La familia vive en una casa de dos plantas y comentan “que estando en la
planta baja escuchan como si alguien estuviera andando por la planta
de arriba, pero que suben y no hay absolutamente nadie”.

Surgen muchas preguntas: ¿Quién o qué provoca estos fenómenos? En los
subterráneos de esas viviendas existían restos de villas romanas que
han sido tapadas y edificado encima. ¿Podría ser este aliciente el causante de esos fenómenos? Puede ser posible pero lo desconocemos, el pasado siempre acaba aflorando.

Se consultó tanto al matrimonio como a la hija mayor, de
unos 17 años, si ellos habían realizado cualquier sesión de ouija. Padre e hija contestaron con un rotundo “no”, pero la madre afirmó que cuando
era pequeña realizó una sesión de ouija con las amigas y una invocación
a “Begoña”. Comentó que realizando esa sesión de ouija a ella “le entró el
pánico porque, de buenas a primeras, unas velas que tenían se empezaron a
apagar y caer, ellas dejaron la sesión sin cerrar”.

No es la primera vez que se ha tomado la ouija como un juego y no hacerla correctamente pudiera provocar este tipo de incidentes, aunque ha pasado demasiado tiempo y puede que no tenga la menor importancia.

Como experiencia personal, comenta Miguel Ángel Paredes, que “estando en salón escuchamos esos pasos que me comentaban ellos en la planta de arriba (quiero aclaran que eran las dos de la tarde), cogí y me apresure en subir las escaleras para comprobar con mis propios ojos lo que me habían comentado y, efectivamente, no había absolutamente nadie, mire por los dormitorios y tampoco, lo que si me llamó la atención es que en el cuarto de su hija uno de los cuadros que tenía del Cristo de su hermandad estaba balaceándose y no había nadie allí”.

Otra vivencia impresionante fue la que le narraron sucedida días antes: “bajé y retomamos la conversación y me comentó que días antes, cuando llegó del trabajo, estando en la planta de abajo vio por la escalera en la planta de arriba, la silueta de una mujer y pensó que era su hija pero esa silueta interactuó con ella y cuando la pudo ver mejor tenía la forma y presencia de su hermana mayor diciéndole “sube”, pero su hermana mayor no podía ser porque ese encontraba en Canarias”.

La investigación sigue su curso con más preguntas que respuestas y una fenomenología activa a estudiar.