No son los geriátricos lugares en los que se hayan descrito incidentes paranormales y si se sufren quedan silenciados. Hoy les hablo de uno de eso casos.
Aterradora experiencia paranormal en un geriátrico sevillano
Sucede en Sevilla -pues aún siguen pasando cosas en su interior-, el testimonio tiene la fuerza de aquel que lo ha sufrido, en varias ocasiones, en carne propia. Le llamaremos Rafael y me decía: «No sé si sabes lo que pasa en el geriátrico X. Yo trabajo en turnos y te garantizo que es para ir a hacer una investigación aunque no te dejarían».
«Desde hace un tiempo venimos teniendo problemas con una habitación en la que hubo un interno que falleció, era un hombre mayor al que apenas visitaba nadie, tenía familia pero iban por su cuenta y el hombre estaba allí muriéndose de pena, nosotros le dábamos mucha conversación y lo animábamos, pero tenía ese peso encima que se nota a este tipo de personas. Él era muy cordial, contaba sus cosas, sus batallitas de joven”.
“Tenía un poco perdida la cabeza pero sabía bien donde estaba y tenia, la mayoría del día, su lucidez. La cosa es que falleció y comenzaron los problemas. La noche del fallecimiento pues se dispuso todo el protocolo y a la mañana siguiente se procedió a la limpieza de la habitación y recoger sus efectos personales para la familia. En el momento en el que la compañera estaba dentro sintió como alguien la tocaba, pero perfectamente, ella se quedó espantada y trató de calmarse diciéndose que habría sido todo imaginaciones. Pero luego le volvieron a tocar el brazo y salió espantada diciendo que «algo» había allí dentro que le había tocado en dos ocasiones. Nadie se reía, ojo, todos nos quedamos serios por que no es la primera vez que sucede algo así« decía el testigo.
«La habitación se quedó vacía unos días y desde ella, por la noche o durante el día, se sentía el tono de llamada y la habitación desde el que se hacía, era la suya, la de este paciente. Íbamos a ver que no se hubiera quedado pillado el pulsador o algo y estaba todo bien. Mantenimiento lo miró y el chaval que lo revisó salió blanco, le preguntamos si le pasaba algo y sólo firmó el parte y lo entregó con el arreglo y se marchó, creemos que le pasó algo allí dentro», decía.
«Lo peor fue una noche que estaba ya todo apagado, en «modo descanso» y entonces se encendió la luz de esa habitación que no tenía nadie dentro. Fui a ver qué pasaba y al entrar me vino un olor muy fuerte, era como el de los líquidos de los vaper, algo así, pero más dulce, no le eché cuenta y comprobé las ventanas, al volverme vi claramente una sombra que había detrás de mí, salí corriendo de allí y llamé a seguridad. Subió el de seguridad y me dijo que no había nada dentro pero lo pasé fatal; otro compañero también vio una sombra aquella misma noche en esa misma habitación y también estuvo muy mal toda la noche, él vio como se movía alguien en la penumbra de la habitación se movía alguien, creyó que era otro paciente y entró allí a ver de quién se trataba, al entrar pues no había nadie» relataba.
«El último fenómeno chungo fue el de una compañera que entró para vestir la cama, pues venía un nuevo interno a ocuparla y cuando estaba acabando le cerraron la puerta y sintió una voz que decía: «mi medicina», te puedes imaginar la cara de la chica» confesaba,
«¿El paciente o interno que ocupó esa habitación ha tenido alguna experiencia?» fue mi pregunta y su respuesta clara: «No lo sabemos, es una persona que tiene demencia y la vemos reírse y charlar con alguien dentro pero ya no sabemos a qué es debido, allí pasan cosas muy raras, no sólo en esa habitación si no en otras partes del edificio» concluía.
Son los geriátricos lugares donde hay vida y muerte, esperanzas y desesperanzas y tal vez toda esa carga psíquica se quede dentro, impregnando -como dicen los parapsicólogos- el lugar y originando este tipo de manifestaciones. ¿Quién sabe?