APARICIONES EN LA ANTIGUA CASA DE LOS MARQUESES DE BENAMEJI

Por: Jose Manuel García Bautista

Los orígenes de este inmueble pertenecen a la familia de los marqueses de Benameji, cuyo linaje no lleva directamente a la familia francesa de los Bernuy. Es en siglo XVIII, cuando Don Fadrique Iñigo de Bernuy, señor de la Villa de Benameji, entra en relaciones con la hija de los marqueses de Peñaflor y es por este motivo del enlace entre ambos cuando se levanta este palacio en Écija. El edifico finalmente termina de construirse en el año 1.975 aproximadamente.

En tiempos de la invasión Napoleónica el palacio fue ocupado y convertido en cuartel y más adelante sería la familia de los Valverde los dueños, siendo el Conde de esta familia la última persona en morir en aquel lugar en aquellos años. Es precisamente aquí cuando comienza a forjarse una de las primeras leyendas entre las paredes de este lugar. Desde aquellos años prácticamente hasta nuestros días, él boca en boca entre los habitantes de Écija ha ido heredando algunas que otra historia sobre aparición espectral justo después de la muerte de este Conde.

A principio del siglo XIX este palacio siguió siendo cuartel general de las tropas napoleónicas y es a finales del siglo XIX cuando finalmente la familia heredera de aquellos nobiliario de la época desocupa totalmente el edifico.

Es en el año 1.936 cuando se comienza a hablar en el interior de este palacio de la visión de una extraña dama de blanco que tiene en jaque a los numerosos soldados que les tocaba hacer la guardia durante la noche. Es aquí donde comienza a forjarse la leyenda de la mujer de un coronel que se pasea por los largos y oscuros pasillos de este edifico, desafiando a los muchachos que hacían la guardia en aquel lugar.

A finales del año 1.936 ocurrió un asesinato en el interior del patio de este edificio. Un oficial de aquellas tropas militares que se refugiaban en el interior de este lugar, disparo a un obrero que se encontraba trabajando en las instalaciones del palacio de Benameji.

Todavía faltaría alguna que otra historia, cuanto menos extraña, por vivir aquel lugar y todos sus militares residentes allí. En los años 50, uno de los sargentos que trabajaba en este palacio, disparó a un capitán que se encontraba tranquilamente en su despacho haciendo sus labores. Aquel hombre murió asesinado al instante entre las paredes de una de las habitaciones del edificio, quedando estas manchadas con la sangre de la leyenda para siempre.

Es a partir de este instante cuando mucha gente comenzó a pensar que este palacio estaba maldito puesto que no eran normales tantos sucesos acontecidos en aquel lugar. De hecho, desde el asesinato de este capitán, eran muchos los testigos que decían escuchar en el interior de su despacho el sonido inconfundible de las máquinas de escribir tecleando, como si cada día y cada noche, alguien se encontrara terminando un trabajo que nunca llego a acabar.

Una dama de blanco que se paseaba penando al parecer por algo que tiempo atrás había ocurrido casi con toda seguridad en aquel lugar, un asesinado en los patios donde se encontraban las caballerizas y las cuadras de este palacio y un capitán asesinado a manos de un sargento sin haber un motivo anterior aparente, extrañas luces que parecen recorrer los pasillos del lugar, sonidos incesantes de máquinas de escribir y todavía falta un detalle más para acabar con este extraño y terrorífico caso. Hace poco más de tres años, un albañil murió cuando se encontraba trabajando en las labores de rehabilitación del edificio. No sabemos verdaderamente si tendrá algo que ver la posible maldición que parece rodear a este edificio, pero lo cierto es que ha habido muchas vivencias desagradables en este lugar, quizás, aquellas que pasaron antaño y está más reciente den de cada vez más pie a las historias sobre apariciones y sonidos extraños en el interior de este antiguo palacio, aquel donde antaño estaba lleno de felicidad.

Hoy día este inmueble alberga la sede del museo municipal de Écija. Un lugar donde muchas personas dicen haber vivido cosas durante sus visitas. Y es que es muy posible que si alguna vez sienten curiosidad y quieren ir hasta esta bella localidad sevillana, se encuentren con viejas historias pasadas, que cada día y cada noche, parecen resurgir una y otra vez, quién sabe si os estará esperando el viejo capitán.

Sin duda alguna es un lugar que no deja indiferente a nadie y que estoy completamente seguro que dará mucho que hablar durante mucho tiempo. Un lugar mágico y cargado de extrañas y curiosas vivencias de numerosos testigos, como otros muchos que encontramos en Écija.