«Se aparecía un médico y una monja»… Son muchos los testigos, las personas que han sido -de alguna forma- víctimas del misterio y que tienen que contar su experiencia en torno a un lugar donde se producen hechos extraños o tiene la vitola de estar encantados.
Testimonio paranormal en el hospital Vigil de Quiñones: «Se aparecía un médico y una monja»
Uno de esos lugares es el hospital militar de Sevilla, el Vigil de Quiñones, rehabilitado por la Junta de Andalucía a fin de poder atender allí a pacientes con diferentes patologías tras la saturación hospitalaria originada por el Covid. Pero lo que quiero contarles sucedió tiempo atrás y tenemos en nuestra testigo, Carmen, a esa «albacea» de la información tan necesaria como sorprendente.
Me encontraba con un amigo militar, comandante, cuando Carmen me reconoció, con la alegría de ese momento me dijo: «En mi casa te leemos y te escuchamos, nos gustan mucho estos temas y, además, yo viví una serie de fenómenos en el Hospital Militar que no los quiero ni recordar», alentada se atrevió a narrarme sus experiencias.
Experiencia inolvidable
Carmen, con calma, comenzó con aquel relato: «Yo trabajaba en el Vigil de Quiñones y allí ha pasado de todo, hoy día imagino que sigue pasando… Mira, un día estaba una enfermera y se le pidió que bajara a ginecología a por unos informes. Meses antes había muerto un médico de esa especialidad, que era muy apreciado por todo el mundo. A la chica se le dijo que bajara y cogiera el informe. Al poco tiempo subió y le dijo otra compañera: «Qué rápido, ¿lo has encontrado sin dificultad, no?» y entonces dijo: «Si, un médico muy amable, me lo ha dado». Por la hora sabíamos que no podía haber ningún médico allí y, además, hacía tiempo que no había médico en esa planta”.
Testimonio paranormal en el hospital Vigil de Quiñones: «Se aparecía un médico y una monja»
“Entonces le pedimos que nos lo describiera y la chica hizo una descripción. Le enseñamos una fotografía de una comida en la que estábamos todos y lo señaló sin problemas. Era el médico que murió, el ginecólogo… ¿Cómo es posible? No lo sé, pero allí se sabe que se aparece y siempre está en torno a la fecha en la que murió« recordaba.
En otra ocasión se asistió a un parto y sucedió algo sumamente extraño: «Estaba el padre del recién nacido en la sala de espera, no entró dentro, y cuando salió la enfermera le dijo que todo había ido bien y demás, hasta el sexo de la criatura. La cosa es que el hombre ya lo sabía todo, cuando la enfermera le preguntó el hombre de dijo que «el médico se lo había dicho unos minutos antes» y de allí no había salido nadie más que ella, era el mismo médico, el fallecido» nos relataba Carmen.
La monja Boni
Otro hecho singular es el de una religiosa: «la monja Boni, encargada de las radiografías, era muy buena, especializada en placas difíciles. La cosa es que desde que la mujer murió nadie se encargaba de esas radiografías imposibles pero un día se tuvo que asistir a un accidentado y precisaba de rayos X y unas placas complicadas. Se le dejó en la sala y al regresar la persona que las debía hacer las placas estaban hechas, el médico preguntó que quién había sido y el paciente le dijo que una monja… La monja estaba muerta y ya no hacían allí ellas las radiografías, ¿quién las hizo? Pues la monja Boni, la difunta, por increíble que suene» nos relataba.
Hechos imposibles en un hospital en el que sabemos que ocurren hechos extraños, en la tercera y quinta planta especialmente donde se convive con la esencia misma del misterio.