En muchas ocasiones se han escuchado historias que se relacionan con apariciones de carretera, con la popular «chica de la curva» que entronca con la más enraizada leyenda urbana. Pero… ¿cuántos han buscado a esta singular aparición?
Es nuestro caso donde, en una determinada zona de Cazalla de la Sierra, ante nuevos comentarios de una presencia de carretera en la zona, nos decidimos a hacer una completa investigación -con muchas precauciones-. Lo primero era saber qué es lo que sucede exactamente y, para ello, hablamos con dos testigos.
Ellos son Ángel García y Jesús Rodríguez que me decían: «Mira, nosotros en temas paranormales ni creemos ni dejamos de creer, no es algo que vivamos pendiente de ello, de vez en cuando escuchamos cosas que se cuentan o cuando el pueblo ha salido en la tele pues, claro, lo ponemos. Vivir vivir es lo que te voy a contar. Veníamos por la carretera desde El Pedroso, serían las once de la noche. Se nos hizo tarde pero bueno, tampoco es algo que nos preocupara por que las familias estaban avisadas. Hay una zona de curvas con las que hay que tener cuidado, sobre todo si vienes rápido, pues en esa zona, que además hay una entrada, vimos a un hombre, mayor, como encorvado, que iba por el arcén en la misma dirección a nosotros pero él a pie. Claro, nosotros al iluminarlo de lejos nos alteramos. «¿Qué hace ese hombre ahí?», la vestimenta era antigua y entonces al iluminarlo el hombre se giró y se quedó mirando al coche. Paramos por si había que acercarlo al pueblo, lo rebasamos como cosa de 5 o 10 metros y al pararnos ya no estaba. Dimos marcha atrás, la carretera no había un alma, y al mirar no había nadie. Cogí una linterna potente que tengo en el coche e iluminamos la zona y nada, allí no había nadie, y era imposible que se pudiera haber escondido o ido por otra parte y mucho menos allí. Al llegar a casa, dejé antes al compadre, le conté a mi mujer lo que nos había pasado y me dijo que ella había escuchado que allí se aparecía un fantasma».
Investigación en el sitio
Con este testimonio le pedimos ir a ese mismo sitio, a la zona de acceso donde podía estacionarse el coche sin problemas y hacer una investigación. A la misma hora, en pleno fin de semana, pusimos nuestro empeño en saber si había algo raro o no en la carretera. Un vehículo estacionado -donde se puede- en la zona con aparatos para realizar mediciones y comprobaciones y otro móvil recorriendo esta parte de la carretera por si captaba algo. En el vehículo fijo se realizaron comprobaciones de campo electromagnético así como con el geógrafo pero no dio lecturas especialmente llamativas. La cámara térmica tampoco delató nada extraño, tampoco la cámara con visión nocturna con la evidente limitación del alcance del foco IR. En la zona justa donde vivieron su experiencia, donde detuvieron el vehículo, comenzamos a hacer experiencias de psicofonías y, en este caso si fueron sorprendentes, positivas. Una de ellas decía: «¿Qué hacéis?»; en otra inclusión se podía escuchar, perfectamente un nombre o apellido: «Pascual» y, finalmente, «Aquí«, todo ello, reitero, en ese mismo punto.
El vehículo móvil también vivió su particular experiencia: «La cámara delantera hubo un momento en el que dejó de grabar, era la cuarta pasada que hacíamos por la carretera, con mucho cuidado, un poco por debajo de la velocidad máxima permitida. Fue cuando vi, por el retrovisor, algo extraño, era como una figura humana, como algo que cruzaba la carretera, en ese momento frené y miramos atrás y había algo que no distinguíamos bien. Decidimos, en el primer sitio que se pudiera, dar la vuelta e ir a ese punto, así lo hicimos pero al llegar no había nadie y la zona tampoco era de las que tuviera muchas escapatorias para esa persona o lo que fuera. La verdad es que el pulso se nos aceleró mucho y los tres vimos lo mismo» decían mis compañeros.
¿Qué fue lo que se vivió en esa carretera por los testigos? Es difícil de explicar, las historias se funden con los cometarios y las leyendas, encontramos desde vecinos que no saben nada hasta los que hablan de una muerte en este mismo lugar.
Remitiéndonos a nuestras investigaciones lo cierto es que se captaron en esta misma zona evidencias de «algo» que no sabemos explicar y que, tal vez, se trate de ese mismo «ser» que vieron los testigos y del que captamos psicofonías así como el testimonio de los compañeros de haber visto su silueta. Sea como fuere es una investigación diferente, en un entorno abierto, tomando todas las precauciones y buscando siempre el misterio.