LAS OTRAS ‘SÁBANAS SANTAS’…
Por: Jose Manuel García Bautista
Si hay una reliquia que es venerada y estudiada en nuestro mundo esa es, sin dudas, la Sábana Santa de Turín, un lienzo que muestra a la imagen frontal y dorsal de un hombre que ha sufrido la misma pasión y muerte que describen los Evangelios sobre Jesús de Nazaret.
Las piadosas copias de la Sábana Santa
A lo largo de la Historia se han realizado muchas copias de este lienzo pues era objeto de fe y evangelizaba, así hay una gran multitud de estas reliquias en todo el mundo pero en España encontramos casi veinte de ellas y todas con su importancia histórica.
La mayoría de las copias de la Sábana Santa las podemos encontrar piadosamente expuestas o guardadas en relicarios y arcones que, de alguna forma, nos revelan su importancia y antigüedad, casi todas son de un periodo que comprende entre el siglo XV y el XVII, si bien hay de otras fechas, repasemos algunas de ellas, sólo algunas de todas las que tenemos en nuestro territorio nacional.
En nuestro paseo por las réplicas de la Sábana Santa en España les invito a detenerse en nuestro primer punto: Campillo de Aragón (Zaragoza) donde a pocos kilómetros del Monasterio de Piedra hay un arcón con varias cerraduras, en su interior el lienzo que se expone a los fieles –y curiosos– en tres fechas concretas: Semana Santa –en Jueves y Viernes santos– y en las celebraciones mayores de agosto y septiembre. Se dice de esta copia que es una de las mejores del mundo, sea como fuere es un objeto de culto y devoción. La Sábana data de 1652 siendo regalada por fray Lucas Bueno Nuño, que fuera gran prior de la Orden de San Juan de Jerusalén. Se dice, con orgullo, que es la única réplica de la Sábana Santa que ha sido bendecida por la Síndone de Turín: «ESTE ES EL VERDADERO RETRATO DEL SANTÍSIMO SUDARIO».
El pintor Alberto Durero realizó varias copias de ellas, o la casa De la Rovere en el siglo XVII, que se ponían en contacto con la original y se decía que «traspasaba» sus cualidades.
Otras copias de la Sábana Santa la encontramos en el Monasterio de Santo Domingo de Silos, fechada entre los años 1627 y 1640.
En el alicantino Convento Agustiniano del Santo Sepulcro encontramos otra réplica de la Sábana Santa del siglo XVI (aproximadamente), igualmente encontramos otras en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, esta copia se ubicaban justo frente a las habitaciones de Felipe II para que el monarca la viese desde su cama, también tenía una réplica en miniatura de la Sábana Santa de Turín enmarcada en sus aposentos y es que Felipe II era un coleccionista obsesivo de reliquias.
A día de hoy, podemos ver esta réplica justamente en el mismo lugar donde se encontraba cuando fue expresamente colocada ahí a petición de Felipe II. Se encuentra en la habitación donde está la cama del emperador, encima de un baúl y rodeada de pinturas cuyos personajes vieron cómo la vida del dueño del mundo se apagaba poco a poco. Valladolid o la desaparecida de Badolatosa, en Sevilla.
En el vallisoletano monasterio de Santa Catalina se tiene una particular Sábana Santa que, se dice, tiene propiedades milagrosas… Fue doña María de Toledo, duquesa de Alba, la que donó, a principios del siglo XVII, al convento. En los anales de 1607 se narra: «Sucedió que al pasar el duque don Fadrique, al pasar por Saboya en el tiempo que hacía guerra a los herejes, porque llegando a su noticia la preciosísima reliquia del Santo Sudario que tiene aquella ciudad hizo llevar un pintor para que copiase aquella santa reliquia, y no teniendo más que echadas las primeras líneas, (…) se partiere luego por lo que estaba el enemigo ya en campaña. Viendo que no podía conseguir el fin de sus santos deseos, pidió al gran duque de Saboya, que para no se fuera sin aquel consuelo de su devoto espíritu, mandase se pusiese sobre el Santo Sudario aquel lienzo en que deseaba se copiara, Santo Sudario-Igl Porta Coeli-Valladoliddoblada para con el santo, combado se le comunicase su virtud (…) Hízose como su excelencia lo había suplicado: y Dios nuestro Señor que de los santos afectos, y deseos de sus siervos quiso premiar el santo celo y devoción de su excelencia con un prodigio de su infinito poder, porque habiéndose puesto el lienzo que se refería sobre el Santo Sudario, al sacarle se halló en el estampado, la efigie del Santo Sudario pasando los dos pliegues del lienzo con santa perfección y semejanza en todo, (…) que no se pudo discernir ni reconocer cuál de los dos fuera el original o cuál el milagroso. (…) Está hoy este Santo Sudario en el monasterio de la Laura, cuya historia escribimos (…) Una vez cada año el segundo día de la Pascua de Resurrección a cuya solemnidad acude innumerable gente así de la ciudad como de los lugares de su comarca. Murió pues este caballero estando en el sacrosanto sacrificio de la misa, adorando en él a su Dios y su redentor Jesucristo. Hubo manifiestas señales de que en la hora de su muerte le favoreció con su presencia el apóstol San Pablo, de quien era muy devoto…».
Otras copias de la Sábana Santa la encontramos en el Monasterio de Silos (Burgos), con una longitud de casi cinco metros de longitud por un metro de anchura y que reproduce la imagen frontal y dorsal, las manchas de sangre, huellas, clavos, flagelación y que se relata en los Evangelios y se puede contemplar en la Síndone de Turín. Fue una donación al Monasterio a mediados del siglo XVII con «algunas piedras de las gradas por donde subió el Señor a casa Pilato a oír la sentencia». El lienzo «ni se resquebraja, ni se dobla, ni se arruga, a pesar de ser el lienzo tan fino como la seda».
En su milagrería particular encontramos: «A dicha sábana le falta un trozo cuadrado de unos seis o siete centímetros y el vulgo dice haberlo cortado la reina doña Margarita de Austria y que al tiempo de cortarlo brotó sangre en el lugar donde arrancó la tela».
En Laguna de Cameros (Logroño) también se tenía una copia de la Sábana Santa, en la misma provincia tenemos la de Navarrete, retirada de la ostensión pública es la que atesora la catedral de Logroño; en Cuesa (Soria) tenemos una nueva réplica así como en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Escamilla, Guadalajara. Esta última compuesta de dos piezas de lino independientes con la imagen frontal y dorsal de Jesús de Nazaret y fue tenida por original tal y como se muestra en documento fechado en 1640 que la acompaña: «Sean descomvlgados por bvlas de Sv Santidad Vrbano octabo todas las personas de cvalquier calidad que sean que sacaren de este relicario cvalquier reliqvias por svs bvlas apostólicas. Su veneración está recompensada con mil años de indulgencias».
Otras copias las encontramos en: 1571 Alcoy (Alicante), 1587 Toledo, 1640 Castillo de Garcimúñoz (Cuenca), 1640 Escamilla (Guadalajara), 1655 Salamanca o 1657 Escalona del Prado (Segovia).
En Extremadura
Otras copias de la Sábana Santa las encontramos en Extremadura, en el Monasterio de Guadalupe y en Plasencia. La primera de ellas se tiene constancia histórica por los documentos del archivero del Real Monasterio de Guadalupe y fue llevada a tierras extremeñas por don Carlos Margarita, ayuda de guardamayor de la infanta doña María, hija de Carlos I. En esta Sábana nos encontramos que hay representados dos ángeles, uno en cada extremo, en tonos grises y que parecen sostener piadosamente el lienzo. Originalmente, según el padre Joseph, existían dos Sábanas Santas en el relicario de Guadalupe, uno de ellos se perdió en la Historia sin conocerse que sucedió con él. Antaño, en la fiesta de san Jerónimo, el 30 de septiembre, se exponía a los fieles.
La réplica o copia de la Sábana Santa en la Catedral de Plasencia no tiene referencias documentales en el archivo catedralicio. Se trata de un paño de lino rectangular, amarilleado por el tiempo y con el tamaño de una mortaja judía del siglo I. Mide 446 centímetros de largo por 139 centímetros de ancho, con presillas para exponerla de forma horizontal o en vertical; en esta copia se muestran desperfectos sufridos por la Sábana de Turín en el incendio de 1532 en Chambery.
Además en la tela se puede leer: «Extractum ex originalis taurin / anno 1012 / Gierº Della Rovere Pinxit» que nos dice que salió del taller artístico De la Rovere en 1012 que puediera ser un error y realmente fuera el año 1612.
En esta Sábana Santa hay diferencias con la original pues en ella, al ser pintura, hay imagen en ambas caras y en la Sábana de Turín no; la turinesa es una suerte incomprensible de «negativo fotográfico parcial» y ésta no. Es vidente su manufactura de la original.
En Jaén y Córdoba
En Jaén tenemos la copia de la Sábana Santa en Noalejo y una nueva copia de la reliquia la encontramos en Córdoba, dentro de la iglesia del Juramento de San Rafael, es una réplica con las mismas medidas de turinesa, una copia exacta dicen, realizada de una fotografía digital de gran calidad tomada directamente de la Síndone de Turín, tras una petición realizada desde Córdoba hace unos años a través del CES (Centro Español de Sindonología de España con sede en Valencia).
En Cádiz
En la iglesia de la Merced de Jerez de la Frontera, se guarda una copia realizada en 1572; al lienzo en el que se hizo esta copia se le sumó un pequeño trozo de tela de lino que se extrajo del Santo Sudario original, así lo cuenta la leyenda del mismo.
En Sanlúcar de Barrameda se encuentra otra copia de la reliquia. Se conserva en la basílica de la Caridad, precisamente ubicada cerca del ayuntamiento subiendo la Cuesta de Belén, allí oculta a los ojos del curioso se encuentra esta copia que fue un regalo del Papa al Conde Duque de Olivares cuando era embajador de España en la capital italiana. La reliquia pasó a ser un regalo al Señorío de Sanlúcar el 7 de noviembre de 1613, así don Alonso Pérez de Guzmán, VII duque de Medina Sidonia y XII señor de Sanlúcar, patrono fundador del Santuario, hace donación de la misma junto a otras reliquias teniendo una gran relevancia y siendo un motivo de gozo para la feligresía así como potenciar el carácter evangelizador en la zona.
De la copia de la Sábana Santa que se guarda y venera en Sanlúcar destaca que esta realizada, posiblemente, antes del incendio que sufrió en Chambery (Francia) en 1532 la original y no muestra las quemaduras triangulares que escoltan los brazos y piernas de la Sábana Santa original. Es igualmente importante destacar la colocación fidedigna de las heridas de la Pasión de Cristo, tal y como refleja el lienzo original y el lanzazo en el costado. De actitud solemne y muy bien conservada no es visible salvo en contadas Semana Santa, incluso los habitantes de la localidad costera indican que pocas veces han tenido la oportunidad de verla siendo un objeto religioso que, realmente, merece la pena conocer.
En Sevilla
En la provincia de Sevilla también encontramos algunas de estas piezas religiosas, algunas de estas reliquias –léanse el sentido de las comillas– y sus enorme devoción así como la constancia histórica que se tiene de las mismas. En la iglesia de Nuestra Señora del Socorro de Badolatosa encontramos la pista de un nuevo lienzo que reproduce la Síndone. Se trata de una bella parroquia del siglo XVII, en cuyo archivo, en el apartado de defunciones tiene anotado como el primer servicio religioso el día 25 de mayo del 1683, ello nos da una idea de su importancia y antigüedad.
Hasta Badolatosa no lleva el contemplar una copia, facsímil, de la Santa Síndone que le fue regala al padre Blas de Benjumea, natural de Badolatosa. El curioso donante de esta singularidad fue el religioso franciscano Andrés de la Barrera, en el año 1674, siendo Clemente X.
No es el único ejemplo pues hay uno más reciente amparado en la Ciencia, se trata de la réplica que la hermandad del Buen Fin lucirá en su cortejo del Miércoles Santo. Se trata de una tradición que la corporación franciscana recupera siendo el titular originario: el Santo Sudario. Una tradición que nos al año 1621.
La copia es a tamaño 1:1 y ha sido una donación del Centro Español de Sindonologia a través del imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro.
La pieza será portada llevada en andas por cuatro acólitos vestidos con sotana y roquete junto a otros dos servidores e irá en el penúltimo tramo de Cristo, delante del estandarte que antecede al crucificado y que, quizás, con el tiempo será una nueva copia, con Historia, que sea recordada en los anales de las réplicas de la reliquia.
Lo cierto es que la Sábana Santa siempre será un objeto misterioso para aquellos que se acercan a conocerla un poco mejor. Es uno de los misterios más insondables de nuestro tiempo, un misterio a la vista de todo aquel que se quiera acercar a él y que sigue siendo un desafío a la Ciencia y, pese a todo el tiempo y estudios realizados, sigue siendo el Enigma entre los enigmas, un misterio que ha sido muchas veces reproducido formando esta particular lista de copias de la Sábana Santa.