EL CASO DEL “SACAMANTECAS” DEL “HOMBRE DEL SACO” EN CÁDIZ

Por: Jose Manuel García Bautista

La figura del “sacamantecas” o el “sacauntos” ha pasado a ser una de las más recurrentes que se conocen dentro de los asustadores profesionales que se emplean para aplacar el mal comportamiento de los niños más traviesos pero… ¿Tiene algo de real?

La respuesta a esa pregunta es afirmativa y en Andalucía tenemos algunos casos, quizás el más conocido el del asesino de Gador, en Almería, más conocido como el “hombre del saco” de Almería y que se llamaba Francisco Leona.

En Cádiz, en la localidad de Alcalá de los Gazules -a modo de leyenda- encontramos el caso de un señorito que padecía de tuberculosis en una época en la que la enfermedad era mortal. Recurriendo a la medicina de la época -y sin tener penicilina- pocas esperanzas de vida le dieron y recurrió a los curanderos locales que le recomendaron que se untara la grasa de un niño y, siguiendo el consejo, pagó para que se secuestrara a un niño al que propinaron un garrotazo en la cabeza y extrajeron la grasa de las lorzas para después convertirlas en aceite y darla al señorito en un frasco para así aliviar el mal que le aquejaba.

Se contrató a un gañán para secuestrar a un niño, este se acercó al campo donde jugaban unos chicos pero el primo de la víctima sacó un tirachinas y le alcanzó con una pedrada que lo dejó inconsciente. Mientras otros niños llamaron a la Guardia Civil que detuvieron al gañán y obtuvieron una confesión en la que delató al señorito andaluz.

El caso está muy lejos de las tragedias originadas por Francisco Leona o Juan Díaz de Garayo, el asesino de Álava, pero nos recuerda que el mal se puede dar en cualquier punto de nuestra geografía, incluido en Cádiz.